Un artista que trabajaba honestamente dedicándose a la magia, se presento ante un numeroso público con uno de sus números favoritos. Uno de sus gallos sostenía una viga muy grande y pesada como si tuviera el peso de una pluma, lo cual llamaba mucho la atención.
Pero una joven que no era fácil muy desconfiada, de pronto observaba muy atenta la presentación del mago y dijo:
-«Si miran bien todos se darán cuenta que eso no es una viga, ¡¡es solo una astilla!!»
El mago muy entristecido y con gran vergüenza después de tan bochornosa acusación, solo atinaba a recoger sus cosas. Pero antes de marcharse el dijo:
-«Algún día tendré otra oportunidad.»
El tiempo paso y en cierta ocasión la joven iba a casarse, se dirigía a la iglesia y en el camino le pareció ver que había un charco de agua que debía cruzar aunque no había un puente. Entonces ella se levanto el vestido lo mas que pudo y cuando estuvo a punto de hacerlo el mago aparece burlándose y le grita:
-«Así que te parece que lo que estas viendo y piensas cruzar ¿es agua?.
En ese momento la joven empieza a ver claramente que lo que iba a cruzar era un campo lleno de flores azules, y todos alrededor viéndola en tal actitud y con el vestido muy levantado, se burlaron todos de ella.
Nunca entorpezcas el trabajo de quien lo hace honradamente.
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