Este cuento corto de terror, está basado en una canción rusa popular, que las madres cantan a sus pequeños para que puedan conciliar el sueño. Pero a veces, cantar no funciona…
Tili Tili Bom
Cierra los ojos en este momento
Alguien camina fuera de la casa
Y está tocando a tu puerta…
Es una noche fría y el fuego de la chimenea no para de crepitar con todo su fulgor, pero el pequeño Vania no tiene sueño. Su madre le ha dicho que debe dormir a sus horas, pues a nadie le gustan los niños que no se van a la cama temprano. Especialmente a «él».
¿A quién?, es la pregunta que hace Vania cada vez que su mamá le sale con ese cuento.
Pues a él, al que se acerca todas las noches para verificar que estás en tu cama, profundamente dormido. Si no te acuestas a la hora que debes, te puede arrastrar a lo más profundo del bosque.
Tili Tili Bom
Los pájaros de la noche no dejan de graznar
Visitan a quienes no pueden conciliar el sueño
Él está andando
Él se está acercando
Ya viene…
Vania se mete entre las sábanas y pone atención a los sonidos del viento. Su madre está ocupada en la cocina, canturreando y haciendo un guiso. Pero él no puede dormir como le dijo, pues le parece que los pájaros están inquietos, que el viento es más suspicaz que de costumbre y que algo le acecha tras la ventana.
Algo que ahora ha tocado a su puerta, sin que la madre se de cuenta.
El niño mete la cabeza bajo las cobijas y cierra los ojos con fuerza, a ver si así puede engañarle. Pronto lo siente observándolo, al lado de la cama.
Tili Tili Bom
¿Escuchas cómo se acerca?
Está acechándote al doblar la esquina
Está mirándote fijamente…
Una madera cruje en el suelo y Vania abre los ojos, asustado. Entonces le ve. Lo está observando con sus ojos negros y sonríe mostrando todos los dientes, unos dientes deformes y afilados que ahora son su peor pesadilla. Sabe que nunca estuvo durmiendo y ahora está aquí para castigarlo.
El pequeño quiere gritar pero ningún sonido sale de su boca. Una mano helada se aferra a su tobillo y se siente arrancado de su lecho.
Tili Tili Bom
El silencio nocturno todo lo esconde
Él ahora yace detrás de ti
Y está listo para capturarte
Él está andando
Él se está acercando
Ya viene…
La cabaña de Vania se va haciendo cada vez más y más pequeña, mientras se siente arrastrado hasta la espesura del bosque. Está gritando pero nadie lo puede oír. Puede ver a su madre a través de la ventana de la cocina, ignorante a lo que acaba de pasar. Y puede verse a si mismo, durmiendo en su cama, pero sabe que en realidad no es así.
Debió haberla escuchado antes de que lo atraparan, debió haber dormido como decía la canción de cuna. Ahora es demasiado tarde.
¡Sé el primero en comentar!