En un lugar lejano, terminaban las clases del año escolar y todos los niños de la escuela se preparaban para ir de paseo al bosque. Era temprano y los buses estaban estacionados afuera del colegio. Los alumnos iban con sus padres y algunos profesores. Julián era el hermano menor de Alicia y era un niño diferente a los demás. Nació con un problema de salud y era muy pequeño. No podía crecer como los demás niños, y tenía que tomar muchas vitaminas. Aquél día, en el bus, los niños que estaban cerca de Alicia y su hermano, se burlaban del niño, le decían: «Mira a ese enano, pero qué feo que es».
Alicia muy molesta gritó: «¡No molesten a mi hermano, déjenlo tranquilo!», Julián que oía todo con paciencia empezó a reirse. «¿Qué te pasa Julián, estás loco?», dijo más enojada Alicia. «Lo que pasa, es que estos niños no saben que siguiendo mi tratamiento algún día yo creceré. Tal vez sea hasta más grande que ellos, en cambio yo no sé si a ellos, algún día se les quitará lo tontos que se ven», dijo riéndose Julián. Ahora Alicia entendía las carcajadas de su hermano y se dió cuenta de lo inteligente que era para responder y salir de ese mal momento. Ahora se reían todos, menos los niños que se burlaban de él quedando muy avergonzados. Alicia abrazó a Julián y dijo muy orgullosa: «Ése es mi hermano».
Este cuento corto enseña a tener mucha autoestima y a pensar positivamente sobre los defectos que tenemos hoy pero que mañana podemos no tenerlos ya.
excelente, creo que yo soy ese enano
MUY BUENA ENSEÑANZA