Había una vez un burro que paseaba por el campo y se encontró con una alegre ovejita que cantaba y saltaba feliz por el verde prado. Al verlo, saludó diciendo:
—Buenos días señor burro.
—¡¿Qué tiene de bueno este día?!—dijo gruñendo el burro a la sorprendida oveja.
—Está de mal humor por lo que veo —dijo suavemente la oveja para no incomodarlo.
—¡Claro!, cómo no voy a estar molesto si todo el día tengo que cargar bultos muy pesados.
—Es usted muy fuerte.
—Y tú muy floja. Ya quisiera yo estar cantando y paseando como haces tú y solo comiendo pasto. Eso es vida. En cambio yo ni como bien, ni descanso … solo sirvo para cargar. Encima me tratan mal. Ojalá tuvieras que vivir lo que me toca a mí al menos por un día —respondió en voz alta el burro.
—Sí, eso quiero hacer. Tú tomarás mi lugar y yo el tuyo por un día —dijo la oveja.
—Ese mismo día la oveja se disfrazó de burro y el burro se disfrazó de una linda y tierna ovejita. A medida que pasaban las horas, la oveja estaba cansada de cargar bultos y el burro estaba aburrido por estar solo en el pasto. La oveja ahora admiraba al burro por su fortaleza y el burro admiraba a la oveja por su carácter. Entonces se hicieron muy amigos y esa noche ambos volvieron a ocupar cada uno su lugar otra vez. Después de meditar llegaron a la siguiente conclusión:
Cada uno tiene sus fortalezas y debilidades, pero lo mejor y lo más importante es aceptarse cada uno tal como es. Al fin y al cabo cada uno es diferente y tiene sus propias cualidades.
lindo deja moraleka muy lindo 🙂 😀
hola estos cuentos son re bacanos jaja
es muy bueno me encanta
bellisimoo
lo maximo estos cuentos son exito me encanta
que bueno
Los cuentos son muy buenos, pero los anuncios son muy molestos y no dejan leer con fluidez. Tendré que buscar otra página donde pueda leer con tranquilidad.
Ojalá arreglen eso.