Una zorra jugaba, saltaba y corría muy alegre por los montes y no paraba de hacerlo, mostrándose a sí misma sus habilidades en tiempo récord. Lo que no advirtió a tiempo, en su loca carrera era que iba a caer muy pronto al río si continuaba corriendo de esa manera.
En poco tiempo la zorra cayo al río, y arrastrada por la gran fuerza de la corriente llego a caer a un profundo barranco, del cual no pudo salir. La zorra había quedado muy lastimada y herida viéndose muy difícil su recuperación.
Enferma e incapaz de moverse, un enjambre de moscas al verla inmóvil se acercaron a chupar su sangre. Una vez colocadas encima de ella, dispuestas a picarla, aparece en ese momento un erizo, este pregunto a la zorra que aun podía ver y hablar, si deseaba que el espantara a esas moscas y la zorra respondió así:
-¡No, no lo hagas por favor! no las espantes, sera mejor que las dejes allí.
-¿Como, quieres que las deje sobre ti? no entiendo, pueden acabar con tu vida, explícame porque.
-¿No te das cuenta? estoy segura que ellas ya están saciadas, si me pican sera muy poco, así no me quitaran tanta sangre. Si tu las espantas, llegaran otras más hambrientas y te aseguro que ellas sí acabaran conmigo. Es por eso que te pido que no las espantes ¿Me entiendes ahora?, igual te agradezco tu buena voluntad para ayudarme.
Tomar decisiones en base al correcto conocimiento siempre sera de mayor beneficio.
¡Sé el primero en comentar!