El cocinero que no sabía qué cocinar para la cena de navidad

Este cuento corto para niños de navidad cuenta que hubo una vez, un cocinero que durante meses pensaba qué comida prepararía para la cena de navidad. Era la primera vez que lo tenía que hacer pues recién ese año empezó a trabajar para un amo muy exigente. Hasta el momento se había esforzado por cocinarle manjares deliciosos todos los días a su amo, de tal manera que no tuvo problemas con él. Es más, el amo lo felicitó en algunas ocasiones. Pero el cocinero se sentía en problemas pues su amo le dijo que para navidad quería algo muy especial que nunca le haya cocinado. El cocinero cansado de pensar, empezó a buscar entre las cosas viejas de su abuelita y encontró un libro de recetas muy viejo y lleno de polvo. Empezó a leerlo pero no se decidía por ninguna. Pensaba y pensaba hasta que llegó la víspera de la navidad y no sabía qué preparar, así que cansado de pensar se quedó dormido.

Durante el sueño vio a un niñito en la nieve, mirando al cielo. De repente apareció en su sueño también un señor con un saco lleno de regalos y en un trineo que tenía renos y que se deslizaba con gran velocidad por la blanca y brillante nieve. El señor le dijo que se suba al trineo y el niño así lo hizo. El viaje fue muy divertido, hasta que llegaron a una casita de madera en el bosque de donde se veía a lo lejos, salir gran humo de la chimenea. Tocaron la puerta pero esta de repente se abrió sola. Al pasar a la casa, el ambiente estaba lleno de un delicioso aroma, una chimenea encendida y una estupenda mesa bien decorada con platos muy ricos para comer y con algunas velas que daban una débil iluminación que convertían al ambiente en un lugar cálido, tranquilo y lleno de paz. Definitivamente era un ambiente navideño.

El niño y el señor de saco rojo compartieron una deliciosa cena que definitivamente era la cena de sus sueños (del niño). Luego de terminar la cena el niño por primera vez se le quedó mirando muy detenidamente al señor que estaba a su lado y aunque no tenía la barba blanca con la que siempre se le ve en las fotos, se dio cuenta que era Papá Noel. Al niño le entró una emoción inmensa y abrazó a Papá Noel y le dijo: «Gracias Papá Noel, me has dado el espíritu navideño que necesitaba para preparar la cena ideal para navidad». De pronto el señor le dijo que nunca perdiera el espíritu de la navidad pues muchas veces es lo que necesitamos para ser felices. De pronto, al salir de la casa para subir al trineo para regresar, al cerrar la puerta se escuchó un sonido muy fuerte y el sueño se terminó. El cocinero se había despertado.

Sí; el niño del sueño en realidad era el mismo cocinero que se veía a sí mismo y con el cual buscaba recordar el espíritu de la navidad que tuvo de niño. Al final lo logró. Cuando el cocinero despertó, supo como por arte de magia, qué cocinar exactamente y así lo hizo. Tenía pocas horas antes de que el amo llegara de un viaje de negocios. El cocinero tenía muy bien graficado en la mente todo lo que tenía que hacer, así que le tomó tan solo una hora para terminar por completo toda la cena para su amo. Lo primero que hizo fue coger una sopera para cocinar una deliciosa crema, luego hizo un dorado queso acompañado de pan crocante y una gran pierna de cerdo acompañada de arroz, ensalada, puré de papas y camotes. A un costado de la mesa puso los diferentes tipos de dulces entre pasteles y helados.

Esa navidad fue la más deliciosa para el amo y la más feliz para el cocinero pues volvió a tener el espíritu de la navidad en él, luego de haberla perdido a causa de la adultez, el largo tiempo que invertía en trabajar y porque no tenía hijos. A partir de esa navidad, el cocinero empezó a cocinar cada vez más delicioso y con el tiempo el amo lo incluyó al cocinero en su testamento, pues lo llegó a estimar mucho. Por eso nunca perdamos el espíritu de la navidad porque muchas veces es lo único que nos falta para tener una bonita navidad y no tanto importan los regalos. Y colorín colorado, este cuento corto para niños de navidad ha terminado.

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