Un ladrón decidió hospedarse en una taberna, para eso alquilo un cuarto esperanzado de que en algún momento se le presente la oportunidad de robar y así tener algo de dinero para poder al fin pagar todas sus cuentas.
Pasaron algunos días y aun no se le presentaba la oportunidad de robarle a nadie, pero luego se dio cuenta el ladrón, que el posadero llevaba un valioso abrigo. Entablaron conversación y cuando ya se sintió algo aburrido, empezó a bostezar seguido de un gran aullido de lobo.
Al preguntarle el posadero porque hacía eso, el hombre respondió así:
-Yo tengo un problema, cuando empiezo a bostezar luego aúllo como un lobo, no se porque, pero si lo hago tres veces, allí es cuando me convierto en lobo y empiezo a atacar a la gente.
Empezando a bostezar por segunda vez, el posadero se alarmó que trato de esconderse dentro de la taberna. Cuando quiso correr el ladrón lo detuvo tomándolo del valioso abrigo pidiéndole que no se fuera y le dijo:
-Señor, no se vaya. Sostenga mi ropa o tendré que despedazar lo cuando me convierta en un lobo. En ese mismo instante bosteza por tercera vez y el hombre corrió desesperado por su seguridad, dentro de la taberna, dejando en manos del ladrón su valioso abrigo.
Al ver esto el ladrón, se llevo el abrigo, ni siquiera pago la cuenta por su estadía y nunca más apareció por aquel lugar, logrando engañar al posadero y saliendo se con su gusto.
La mentira es la herramienta más usada por delincuentes y estafadores.
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