Alguna vez, hubo un famoso rey que tuvo varias hijas y todas muy bellas. Una de las hijas era en su trato muy especial, ella lograba con su amabilidad que quienes la rodeaban se sientan felices a su lado.
Pero una mañana de ardiente sol, la hija bondadosa del rey fue a jugar alrededor de un pozo con una joya muy valiosa, solo que nunca imagino que ésta se le cayera dentro del profundo pozo de agua hasta perderla. La joven lloraba desconsoladamente por su joya favorita, de pronto oyó una voz y al voltear pudo ver que era una rana la que le dijo:
-«No llores niña, puedo ayudarte a recuperar tu piedra preciosa a cambio de algo».
-«Claro, pídeme lo que quieras pero saca mi joya por favor, te daré lo que tu quieras después de entregármela».
Dijo muy segura la joven a la rana quien aprovechando la oportunidad, le dijo que era necesario que también aceptara que el viva con ella en palacio y ella con mucha ligereza respondió:
-«Por supuesto que si, solo apúrate»
En eso la rana muy astuta, que hace rato tenía la piedra preciosa, se la entrego, y en el acto ella zas!! se fue corriendo a palacio olvidando obviamente su promesa. Pero esa noche la rana apareció en su ventana y golpeaba tan fuerte que el Rey sorprendido pregunto:
-«Que está sucediendo, ¿quien golpea así tu ventana hija?
-«Padre, yo hice una promesa a la rana pero yo no quiero que entre a palacio, ¡¡es tan fea y repugnante!!
-«Pero hija, cuando se promete algo estas dando tu palabra, eso es lo más importante. Deberás cumplir con la rana como quedaste, y salio de la habitación.
La princesa se quedo pensando y . . .dejo que la rana entrara a la habitación, pero inmediatamente la tiro al suelo, convirtiéndose la rana en un bello príncipe. Al contarle el su historia, la joven quedo muy enamorada del joven, quien era un bello príncipe. Pasaron los días y el rey acepto que se casara su hija y fueron muy felices para siempre.
«Niños, cuando se hace una promesa hay que cumplir con lo prometido, por eso es mejor pensar bien antes de decir las cosas».
«Niños, cuando se hace una promesa hay que cumplir con lo prometido, por eso es mejor pensar bien antes de decir las cosas».
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