En un bosque hermoso y lleno de robles antiguos, al que todos admiraban y visitaban, de pronto se vio envuelto por unos vientos que los sacudían con gran fuerza. Aunque eran muy fuertes y aun se mantenían de pie soportándolo todo, pero un roble de gran tamaño pero de raíces muy pobres, fue sacado de la tierra como si se tratara de un pedazo de papel y con la fuerza de los vientos fue lanzado entre unas cañas. Al caer el roble muy desconcertado e indignado desde el suelo les dijo a las cañas:
-No entiendo nada, y a la vez yo mismo me hago una pregunta, ¿como me explican porque ustedes que son más pequeñas y frágiles, no hay fuerza ni viento que las arranque y aun se mantienen de pie? hasta el día de hoy, nada les ha sucedido, yo soy más grande y he sido derribado fácilmente y eso es muy extraño para mí, pueden decirme como lo hacen, a lo que las cañas con mucha paciencia se animaron a responder:
-Es que usted mi amigo no se da cuenta que lucha y trata de competir con la fuerza del viento, olvidándose que sus raíces no son nada buenas ni sólidas, por consiguiente esa es la razón por la usted ha caído derribado sin darle tiempo a nada, en cambio nosotras no enfrentamos al viento, al contrario, nosotras simplemente lo esquivamos y nos doblegamos evitando así al menor viento. Esa es la razón por la que nosotras sí nos mantenemos.
Para enfrentar a los poderosos es mejor estar bien preparado y así no ser derrotado.
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