Una pareja de esposos hacía mucho que se beneficiaban con una gallina, ella fue comprada por un vecino que jamás habría imaginado la valiosa gallina que prácticamente estaba regalando.
La familia que cada día se sorprendía más, no entendían como es que esta cada día un pequeño animalito, ponía un huevo de oro y de gran tamaño. Llevados por la ambición y la curiosidad discutían entre ellos todos los días, el esposo quería matar la gallina pensando que tal vez había un bloque de oro más grande del cual salían esos huevos, la esposa que trataba de ser más prudente le decía que no lo haga.
Pasaron los días y unidos por el mismo espíritu, planeaban juntos como atraparla y acabar con la gallina para así descubrir la fuente de la fortuna, muy seguros que así se harían ricos rápido. Cuando la mataron se llevaron una gran e ingrata sorpresa, buscaban y buscaban dentro de la gallina y esta era exactamente igual que todas por dentro, y no había nada de oro, ni un bloque y menos un huevo. Ahora nuevamente discutían por el error cometido, aunque muy tarde ya eran los arrepentimientos. En lugar de recibir algo de valor cada día, que por cierto ya era una fortuna para quienes no tenían casi nada antes, por no conformarse esta vez, si lo habían perdido todo y definitivamente.
No debes destruir aquello que te provee de bienestar.
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