En una playa lejana, habían muchas tortuguitas que veraneaban alegremente. Mariana era una tortuga pequeña que nunca se separaba de su mamá pero a medida que fue creciendo se alejaba más de ella. Ella quería ser veloz porque vio que sus hermanas mayores eran demasiado lentas y pensó que ella no quería ser así. Pensó que tal vez con una moto avanzaría más rápido y así llegaría antes que las demás a las playas. Mariana fué donde su mamá y le pidió que le comprara una moto, pero ella se enojó y le dijo: «No hijita, las motos no están hechas para nosotras y puedes sufrir un accidente; no quiero que te suceda nada malo. Además como somos lentas, estamos más seguras cuando caminamos, ¿no te parece?».
Pero Mariana no hizo caso a su mamá y salió dispuesta a utilizar la primera moto que encontrara para irse a pasear por otras playas y cuando por fin encontró una, se subió a ella y se preparó para lo que sería su primera gran aventura de toda su vida de tortuguita. La tortuguita salió con tal velocidad que tuvo un accidente. Asustada, Mariana regresó a casa y dijo a su mamá: «Tenías razón mamá, no vuelvo a desobedecerte nunca más. Ya me di cuenta que las motos no son para nosotras las tortugas. Aprenderé a aceptarme como soy».
Debemos aceptarnos como somos y debemos valorar lo bueno que tenemos así como la tortuguita aprendió a que por ser lenta, está más segura.
estan muy buenos los cuentos
muy lindos los cuentos!!!
re lindos los cuentos
Estan muy bonitos