En nuestro cuento de hoy te vamos a llevar al lado de unos protagonistas peculiares. En esta ocasión tenemos a dos protagonistas muy importantes llamados Pepe cobarde y Pedro Valiente.
Pepe el Cobarde y Pedro el valiente eran amigos desde hace muchos años, sin embargo, cada vez que los amigos tenían que enfrentarse a un problema, Pepe el cobarde salía corriendo del lugar, mientras que Pedro el Valiente se quedaba y enfrentaba a todos o cualquier problema él solo.
Aun así, ambos amigos se querían muchísimo y siempre estaban juntos. Pepe el cobarde, siempre conservo su timidez y con el tiempo se convirtió en una persona muy reservada, mientras que Pedro se convirtió en una persona muy agresiva y siempre buscaba peleas.
Muchos años después, Pepe y Pedro, ancianitos los dos, se sentaron a hablar y a recordar cómo había sido siempre su vida y todas las aventuras que habían vivido juntos, cada uno a su manera.
- Pedro el valiente le decía a Pepe el cobarde:
“Tú nunca has disfrutado de la vida cómo se debe, siempre has estado huyendo, nunca te has envalentonado y has vivido la vida al límite, creo que te has perdido muchas cosas buenas de la vida y eso no ya es vivir”
- Pepe, muy asombrado lo miro y le dice:
“Pedro, durante toda mi vida he estado a tu sombra, tú siempre me has defendido y he visto cómo te has peleado con muchas personas, con el tiempo y después de tanta peleas, tu carácter se volvió agrio y áspero. Muchas personas dejaron de estar a tu lado por esa razón, más bien soy yo el que creo que has sido tú el que ha perdido muchas cosas de su vida”
Pepe y Pedro se miraron el uno al otro durante unos segundos, intentando ver la verdad detrás de las palabras de su amigo de toda la vida y tras varios segundos ambos se dieron cuenta que tenían razón.
- Pedro esbozó una sonrisa y le dijo a Pepe:
“Pepe, tienes toda la razón, los extremos nunca han hecho bien a nadie y menos a nosotros. Reconozco que en algunas ocasiones me hubiese venido mejor ser un poco más cobarde y actuar de otra manera y en algunas ocasiones a ti te hubiese venido mucho mejor ser más valiente, ambos hemos perdido cosas por dejarnos llevar por nuestro primer impulso cuando la mejor opción era aprender uno del otro. “
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