Un adolescente tenía muchos problemas a causa de su mal carácter, por eso su familia ideo un plan para ayudarlo. Su padre después de mucho pensarlo lo llamo y dijo:
-Hijo, estuve meditando y creo que tenemos un ejercicio para ti, esperamos que lo cumplas sin mucho preguntar ya que es por tu propio bienestar. En realidad estamos para apoyarte pero todo dependerá mucho de ti.
-Esta bien padre, solo dime.
-Bueno hijo mío, cada vez que sientas enojo deberás clavar un clavo en la puerta de tu habitación.
Pasaron solo tres días y ya tenía 40 clavos en su puerta. Pasaron otros tres días y solo tuvo 20 clavos, es allí que le avisa a su padre que se siente mas calmado y que desea continuar así.
Muy bien hijo, sigue así, te felicito se que tu puedes lograrlo.
Pasaron otros días mas y el joven le dijo a su padre que podía controlar su enojo y que ya no necesitaba mas clavos que poner. Entonces su padre con ternura lo abrazo y le dijo:
Me alegras tanto hijo querido, ahora mira esta puerta, ¿ves como lo dejaste? ya no es igual. Lo mismo sucede cuando insultas y ofendes, provocas heridas en las personas y luego ellas se convierten en cicatrices pero lo que dejas en sus corazones va a ser muy difícil de reparar, tal vez sea hasta imposible.
Esta puerta tendrás que repararla y tampoco quedara como antes, por eso te pido que recuerdes siempre que tu familia y tus amigos son las personas que mas te aman, te dan lo mejor de ellos y sin condiciones, a ellos y a todas las personas trataras con el amor que te gustaría ser tratado como debe ser.
quien es el autor?