Una mañana propicia para la pesca, animo a un grupo de amigos a salir muy temprano como siempre lo hacían. Llegado el momento se dirigieron al río, y se alistaron a lanzar sus grandes redes. Ninguno de ellos noto la presencia de un mono que se hallaba en lo alto de un árbol observando todo lo que hacían los pescadores en el transcurso de esa mañana.
Una vez logrado una buena pesca y de llenar sus cestas, los amigos partieron a sus hogares a la hora del almuerzo dejando sus redes, pues vivían cerca y pronto regresarían. Como todos sabemos, el mono es uno de los animales que más imita entre todos, así que ni bien se alejaron todos el mono bajo del árbol y tomo las redes observándolas por unos instantes. Luego de verlas recordó como hicieron los pescadores y de pronto las lanzo al agua sin darse cuenta que por la forma en que lo hizo se enredaba en ellas siendo arrastrado por la corriente de agua mientras se iba hundiendo y saliendo de a pocos, perdiendo las fuerzas y casi el conocimiento.
Mientras el mono se ahogaba, aun consciente se decía a sí mismo:
-Esto me lo tengo bien ganado y me lo merezco, quien me manda a mí a meterme donde no debo y hacer cosas que no entiendo? acaso yo sabía algo de pesca? querer un pescado no es suficiente.
Siempre es mejor aprender y tener la experiencia necesaria, para hacer bien las cosas.
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