Después que una embarcación se hundió en el mar, un náufrago estuvo luchando por su vida por largo tiempo. Cansado de nadar y faltando le poco ya, afortunadamente el mar lo arrojo a la orilla quedando el hombre profundamente dormido. Al despertar, más calmado y mirando al mar, empezó a recordar todo y a renegar de el, preguntando porque hacía que la gente se sintiera atraída a estar sobre el mar, engañando les con esa apariencia de calma, cuando en realidad se embravecía cuando ya estaban sobre el, haciendo que la embarcación se hunda pereciendo así sus ocupantes.
El mar, lamentando lo sucedido al oír esto, con voz suave tomo la forma de una bella y calmada mujer, y le dijo preocupada esto al naufrago:
Querido amigo, siento mucho lo que ha sucedido, lo he visto todo pero no soy yo quien hace esto, soy así tal cual como me ves, soy pasiva y deseo que todos vengan a mi para que disfruten de la belleza de la que fui dotada, es mi anhelo que disfruten su viaje aquí. En realidad te sugiero que te calmes y me pongas atención un momento, tus reclamos debes dirigirlos a los vientos, porque son ellos los que se posan sobre mí alborotando mis aguas, lamentablemente son ellos los que ocasionan estos tristes resultados haciendo que yo me enfurezca. No es ese mi propósito que nadie sufra y quede lastimado. Ahora que ya lo sabes, deseo que te recuperes pronto y espero que entiendas eso.
No siempre un acto injusto, es responsabilidad de quien la ejecuta. Hay quienes realizan acciones por ordenes de sus superiores.
molamucho como subo un cuento?
mola un pegote