En casa de una familia, habían adoptado varios perros desde que eran cachorros. Durante su crianza vieron que uno de ellos era especial en la casa así que se dedicaron a entrenarlo para tal fin.
El perro iba creciendo alimentándose y adiestrándose guiado por su criador, en la lucha contra animales feroces como los osos y los lobos. Después de algunos días, cuando todo hacía suponer que el perro ya estaba listo, este al ver que algunos animales estaban muy cerca de la casa donde vivía, perdió el control y se soltó rompiendo el collar que lo sujetaba y se echo a correr por todas las calles del pueblo.
Otros perros que lo observaban, admirados por que veían en el la fuerza de un toro, se acercaron y aunque con algo de duda se animaron a preguntar:
-¿Nos gustaría saber porque corres de esa manera tan descontrolada y con semejante fuerza, no es natural en nuestra raza y nosotros no somos así, nos cuentas tu secreto? Y el perro les dijo:
-Sé que vivo en abundancia, a mi no me falta nunca la comida, siempre estoy bien satisfecho y a diferencia de ustedes, yo tengo que enfrentarme siempre a pelear duramente con osos y leones poniendo mi en riesgo de morir. Pensando en esos, uno de los perros dijo:
-Nosotros tal vez seremos pobres, tal vez no tengamos que enfrentarnos a animales salvajes, ni corramos tantos peligros. Aún así, nuestra vida es mucho más bella ¿verdad que si? ¡si! dijeron todos a una sola voz.
Las más grandes ganancias, pueden ir de la mano también con grandes riesgos.
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