Mafer era una niña buena, generosa y educada, cada día hacía todo lo posible por hacer feliz a mamá, ayudaba en todo lo que podía en casa y así era también fuera de ella. Pero su hermano menor Fernando, era todo lo contrario, desobediente y desordenado, alborotado aunque muy inteligente sin duda alguna.
Cada día al regresar de la escuela Mafer encontraba su habitación abierta, en desorden o algún juguete roto y ese hecho tenía nombre . . . su hermano Fernando, el chico terremoto como lo llamaban sus amigos.Triste y enojada decidió escribirle a Papá Noel una carta que decía:
-«Querido Santa, quiero agradecerte por todos los juguetes que me mandaste el año que paso, seguro que fue porque sabes que trato de hacer bien las cosas. Esta vez, no quiero nada, solo que le des a mi hermano un corazón nuevo y que no le des regalos porque la verdad no se lo merece. Si quieres puedo ayudarte, solo dime que hago, porque yo quiero mucho a mi hermano, solo que a veces creo que el no me quiere a mi. Por favor no te olvides de mi pedido. Gracias».
– Muy conmovido Santa Claus apareció en sueños de la niña y le dijo:
-«Mafer, eres una buena niña y creo que es la primera vez que alguien me pide algo tan valioso y diferente a la vez. No solo tendrá tu hermano un corazón nuevo, será un buen hermano para ti y muy colaborador en casa, dile a tu mamá que ya no renegara tanto con el, y tu tendrás una hermosa muñeca que la mandare a hacer en mi fábrica de juguetes especialmente para ti. Ah, me olvidaba, claro que seras mi colaboradora, esta vez iras conmigo, yo te recogeré e iremos juntos por el mundo a regalar los juguetes a los niños buenos».
Mafer despertó sobresaltada, del sueño que casi la deja sin aliento. Al recobrarse comprendió que solo fue un lindo sueño, demasiado bonito para ser cierto pensaba, luego salio por la ventana a mirar al cielo, aun estaba oscuro y lleno de estrellas. En ella pudo ver en una nube muy blanca el rostro de Santa guiñándole un ojo, y le dijo desde allí:
-«Vengo pronto por ti, tu ya sabes . . .. Como quedamos hace un rato. Dejando a Mafer con una gran sonrisa.
-Sera mi sueño hecho realidad, ¡¡te espero Santa!! susurraba la niña.
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