Admítamoslo, no todos los niños pueden entrar en un laboratorio de verdad para aprender sobre ciencia de una manera práctica. Pero no lo necesitas cuando puedes enseñarles por medio de actividades tan fáciles y divertidas como las que te traemos a continuación. Se trata de tres experimentos diferentes con agua, que los más pequeños podrán llevar a cabo con toda seguridad, a la vez que aprenden más sobre las propiedades de este líquido.
No necesitas manejar químicos, ni materiales costosos. Mucho menos tendrás que preocuparte por la seguridad de los más chiquitos, pues esto para ellos será como jugar. ¿Comenzamos?
Índice
1. La refracción de la luz
En este experimento vamos a jugar con el principio de la refracción, comprobando como la luz que pasa a través de una superficie puede ser alterada por el agua.
Necesitas:
- Un vaso de vidrio
- Una moneda
- Agua
Procedimiento:
- Toma la moneda y colócala debajo del vaso vacío. Haz que los niños observen con atención desde uno cualquier ángulo lateral, la moneda es perfectamente visible a través del vidrio.
- Ahora llena el vaso con hasta unas tres cuartas partes. Cuando hayas terminado es hora de observar de nuevo, una vez más desde el mismo ángulo… ¡la moneda ha desaparecido! O al menos eso es lo que parece.
Explicación: La densidad del agua puede afectar la luz que pasa a través del vaso, distorsionando lo que vemos bajo él. Es por eso que si lo miramos de lado, parecerá que la moneda ha desaparecido. Pero si nos asomamos por arriba, comprobaremos que sigue debajo.
2. La adhesión del agua
Con este experimento vamos a aprender sobre el principio de la adhesión, al usar un objeto que puede absorber el agua para trasladarla de un recipiente a otro.
Necesitas:
- Un cordón de algodón
- Dos recipientes
- Agua
Procedimiento:
- Coloca ambos recipientes el uno al lado del otro, separados por algunos centímetros.
- A continuación llena solamente uno de ellos con agua.
- Pon el cordón con cada uno de sus extremos dentro de cada uno de los recipientes, de manera que queden conectados.
- Ahora espera un poco; si tienes paciencia, verás como el cordón se va empapando lentamente, llevando el agua de un extremo al otro para vaciarla en el recipiente seco. Incluso si lo aprietas con tus dedos puedes acelerar un poco el proceso.
Explicación: El agua puede ser absorbida por el algodón, por lo cual poco a poco, es capaz de trasladarse entre ambos recipientes como si este objeto fuera un puente.
3. La convección del agua
Necesitas:
- Un recipiente grande
- Un bote pequeño de plástico (como los que se usan para guardar medicamentos)
- Un clavo
- Colorante vegetal
- Agua fría
- Agua caliente
Procedimiento:
- Lo primero que vamos a hacer, es usar el clavo para abrir un pequeño orificio en la tapa del bote.
- Calienta un poquito de agua y añade unas gotitas de colorante vegetal. Hacemos esto porque con el agua coloreada será más fácil apreciar los efectos del experimento.
- Ahora llena el botecito con agua caliente y ciérralo con la tapa como de costumbre.
- Vacía el agua fría dentro del recipiente grande y ahora sumerge el bote. Mira atentamente: verás que el agua caliente sube a la superficie.
Explicación: El agua caliente es más ligera que el agua fría por lo cual, al escapar del botecito, sube inmediatamente hasta quedar flotando por encima del líquido frío. En cambio cuando ambos se combinan e igualan su temperatura, el agua caliente se disuelve dentro del recipiente, coloreando todo el líquido.
Anímate a realizar cualquiera de estos experimentos con agua para niños, ya sea desde casa o en el aula de clases y podrás demostrarles lo divertido que es aprender.
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