En una parte de la Selva, merodeaban por allí un león y un mosquito, que al encontrarse empezaron con un diálogo algo extraño. El mosquito en actitud desafiante se acerco y le dijo:
-Quiero que sepas que ni yo ni mi especie te tenemos temor, ¿sabes porque? solo porque nos sentimos mucho más inteligentes y fuertes que tu. Lo único que sabes hacer es arañar con tus garras como solo lo hacen las mujeres cuando se defienden, y muerdes como los niños, ¿así te defiendes? por eso te reto a que ahora mismo te lo demuestre.
En ese momento el mosquito empezó su vuelo con su zumbido característico y revoloteaba alrededor de la nariz del león causándole gran malestar al punto de enojarlo. Este a su vez con una de sus patas daba zarpazos hacia su nariz para espantar al mosquito, quien hábilmente salía del apuro en constante vuelo.
Cansado el león de luchar en vano, dejo de hacerlo ya que el mismo empezó a lastimarse con sus uñas. El mosquito sintiéndose ganador continuo su vuelo alborotado sin fijarse en que dirección lo hacía y así fue a caer directo a una gran tela de araña, de donde por mas que luchaba por escapar era imposible que sus alas se despegaran de aquella enredada tela la cual la envolvió aun más.
El mosquito no podía entender como era posible que haya vencido a un león hace poco y que luego sea vencido por un simple insecto, lamentándose y aturdida mientras era devorada por la araña.
Cuando tengas éxito en tu vida, no permitas que tu alegría pueda arruinarlo todo.
¡Sé el primero en comentar!