Hace poco tiempo que los mandalas se pusieron de moda, trayendo consigo una revolución de relax pero también de color y diversión que pueda ser muy beneficiosa para los más pequeños. Estas imágenes cargadas de color, significado y energía, cuentan no solo con la ventaja de estimular su imaginación, sino que pueden ser una gran terapia para chicos aquejados por el estrés.
En nuestra guía aprenderás los detalles básicos de este tipo de figuras, como que quieren decir sus formas y colores, y como puedes usarlas en casa para entretener a tus hijos.
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¿Qué son los mandalas?
Un mandala es una imagen que reúne distintos motivos geométricos y artísticos que parten desde un mismo centro, los cuales vienen a representar nuestro cosmos como una entidad interminable. Se originaron en la India, donde eran utilizados para plasmar conceptos como la naturaleza, la gente, los animales y el universo en sí.
La palabra mandala proviene del sánscrito y quiere decir «círculo». Aparte de la cultura hindú, muchas otras los adoptaron en el pasado por su profundo significado.
Los podemos encontrar en dibujos aztecas, budistas, celtas y hasta cristianos, con hermosos y diferentes diseños.
¿Para qué sirven los mandalas?
En el pasado, se confiaba en los mandalas como símbolos de protección y bienestar, por lo cual eran utilizados principalmente en grandes construcciones como templos y catedrales. De manera independiente, las personas podían usarlos en tapices, alfombras o prendas de ropa, confiando en atraer hacia ellos bendiciones como la paz, el amor o la riqueza.
Hoy en día, un mandala puede tener un fin más práctico que místico. Elaborar uno es ideal para practicar la meditación, mejorar la capacidad de concentración o simplemente aliviar el estrés.
¿Qué significan los mandalas?
La fascinación por estas imágenes tiene mucho que ver con las múltiples figuras y colores que se pueden encontrar en ellos. Círculos, triángulos, cuadrados, líneas, cruces y demás, que se entrelazan en tonalidades distintas formando diseños admirables.
Es dependiendo de estos elementos, que el significado de cada uno puede variar:
Formas
- Círculo. La figura principal de los mandalas, representa la perfección y eternidad de nuestro cosmos, una entidad absoluta y cambiante.
- Cuadrado. Sus líneas rectas y del mismo tamaño aluden al equilibrio de las cosas, la estabilidad y firmeza para afrontar los cambios.
- Triángulo. Se refiere al inconsciente de los seres humanos, su pasión, su energía y su capacidad de transformación ante las circunstancias.
- Rectángulo. Esta figura es la representación de la riqueza en las personas y su capacidad para conseguir estabilidad en sus vidas.
- Pentágono. Sus cinco puntas hacen referencia a los cinco elementos vitales del planeta: tierra, agua, aire, fuego y metal.
- Hexágono. Con seis lados iguales y opuestos, representa la polaridad y el lado agresivo de los seres humanos; todo tiene su contrario.
- Espiral. Es una figura que plasma el flujo de energía, el poder de curar y el cambio constante que tiene lugar en el mundo.
- Cruz. Indica las decisiones y las direcciones contrarias, pero a la vez, la unión de elementos opuestos como luz y oscuridad, o vida y muerte.
Además de estos, los mandalas modernos pueden incorporar otros detalles con gran significancia como los siguientes.
- Estrella. Las estrellas simbolizan la libertad y el poder de la imaginación, así como el valor de ser nosotros mismos sin importar lo que diga el resto.
- Corazón. Es usado para representar sentimientos nobles como la amistad, el amor, la tolerancia, la fortaleza, la unidad y la compasión.
- Mariposa. Nos indica la evolución de las personas, el poder para sobreponerse a los momentos difíciles y cultivar el espíritu a pesar de la adversidad.
Colores
- Blanco. El color por excelencia de la pureza e inocencia, usado para limpiar la energía de las personas.
- Negro. Misterio y desaliento, pero también elegancia y sobriedad. La oscuridad no siempre es negativa, pues representa la independencia.
- Azul. Es un tono que significa equilibrio, serenidad e inteligencia, así como lealtad e introspección para conocernos a nosotros mismos.
- Rojo. El más vivaz de los colores, representa pasión, agresividad, fuerza y vitalidad; es perfecto para recuperar las energías.
- Verde. Esperanza y transformación. Los tonos verdes tiene mucho que ver con la naturaleza y la evolución de las cosas que nos rodean.
- Amarillo. Al igual que el sol, este tono representa la felicidad y la diversión, así como la creatividad y el positivismo.
- Morado. El púrpura es un tono que se atribuye a la realeza, por su magnificencia y misticismo. Es el color de la originalidad.
- Rosa. Se refiere a la gratitud y la simpatía, la capacidad para tomarse las cosas con sentido del humor y ser piadosos con los demás.
- Café. Uno de los colores menos vivaces, que se usa para representar la estabilidad y tranquilidad, al igual que la firmeza para decidir.
- Naranja. Como el amarillo, es un tono que tiene que ver con el optimismo, estimula la unión y la calidez entre la gente.
Tipos de mandalas
A lo largo de la historia, diferentes civilizaciones hicieron uso de los mandalas como símbolos sagrados de protección y para conseguir suerte en diversos ámbitos, como el amor, la riqueza y la salud. Estas culturas fueron las que trascendieron con los diseños más destacados.
Mandalas hindues
Los mandalas originales de la India eran empleados principalmente, para sanar y meditar, ya que poseían un profundo significado espiritual. Sus detalles representaban más que nada, elementos de la naturaleza como flores y árboles.
Mandalas budistas
Los monjes budistas del Tibet usaban los mandalas para practicar el desapego, dibujando complicados trazos de colores con arena en sus templos o palacios. Aunque esta tarea podía llevarles semanas enteras, ellos acostumbraban dejar que las arenas se dispersarán, creyendo que de esta manera la energía continuaría fluyendo.
Mandalas aztecas
En las culturas mesoamericanas podemos encontrar mandalas tallados en piedra. Los míticos calendarios de estas civilizaciones, son una muestra perfecta de como creían en conjuntar elementos como la naturaleza y al macrocosmos para obtener su conocimiento.
Mandalas chinos
Dentro de la antigua cultura china, los mandalas eran llamados ruedas de protección, que se colocaban a la entrada de casas y templos. Muchos de ellos contienen el famoso símbolo del ying y el yang, que representa la dualidad natural en nuestro mundo.
Mandalas celtas
Los antiguos pueblos de Escocia e Irlanda creían más en el poder de ciertos elementos, como el agua y la tierra, a la hora de invocar bienestar y protección. Muchos de sus símbolos más representativos como las cruces y las serpientes, fueron tallados en mandalas a manera de runas o que colocaban en el suelo de sitios sagrados.
Mandalas cristianos
A partir de la Edad Media, los cristianos empezaron a incluir diseños geométricos y circulares en sus catedrales, para expresar su profunda creencia en la perfección de Dios y su conexión con la espiritualidad. Hasta hoy, es posible apreciarlos en vidrieras y tallados de muchas iglesias góticas y renacentistas.
Como relajarse pintando mandalas
Actualmente, pintar mandalas se ha vuelto una actividad tan popular que es posible encontrar aplicaciones y libros no solo para niños, sino también para adultos. Llenar uno de estos diseños de color es terapéutico y entretenido, y puede mejorar muchísimo nuestro estado de ánimo.
Si estás pensando en adoptar este pasatiempo para tus hijos, te recomendamos seguir las indicaciones a continuación para que puedan beneficiarse al máximo con este método de relajación:
- Busca un sitio tranquilo para que puedan pintar. La ausencia de ruidos molestos es importante para que se concentren en sus mandalas. Puedes elegir el jardín, un dormitorio cómodo o cualquier sitio en casa donde nadie los moleste.
- Pon música de fondo relajante. A la hora de entretenerse con un mandala, la ambientación puede marcar una gran diferencia. Elige sonidos de la naturaleza como ruidos del mar o del bosque, o busca pistas instrumentales que puedas poner a un volumen bajo.
- Coloca a su alcance distintos materiales. Acuarelas, plumones, crayones o lápices de colores. Recuerda que los mandalas son una expresión de creatividad única, así que los pequeños deben tener total libertad para incorporar los colores y las texturas que quieran.
- Enseña a los niños a controlar su respiración. Basta con que hagan inspiraciones y espiraciones profundas y rítmicas mientras están trabajando. Ser consciente de la respiración es la manera más eficaz de entrar en un profundo estado de relajación.
¿Sabías que colorear mandalas puede ser como meditar? Si procuras que tus hijos controlen sus respiraciones al mismo tiempo que pintan estos diseños preciosos, estarán meditando sin darse cuenta y eso, como vas a ver a continuación, trae una serie de beneficios que te fascinarán.
¿Por qué es bueno que los niños pinten o hagan mandalas?
Aunque hacer mandalas parece algo extremadamente simple, lo cierto es que es muy bueno que los pequeños sean capaces de concentrarse en una actividad artística desde temprana edad. Más que nada por los siguientes motivos:
- Pintar aquieta su carácter. Los mandalas pueden disminuir accesos de estrés, depresión o ira, muy comunes en chicos con demasiada energía que no saben como canalizar.
- Su intuición se desarrolla al máximo. No hay una mejor manera de despertar sus sentidos que con todos los colores, figuras y líneas que encontrarán en cada diseño. Así, los chiquitos aprenden a fijarse en los detalles.
- La creatividad es impulsada de forma divertida. Usar distintos materiales, tonos y figuras en sus mandalas, estimula la imaginación de los niños. Incluso pueden improvisar sus propios diseños.
- Cada mandala es un fantástico medio de expresión. Ya sabemos que el arte es otra forma de expresarse y estos dibujos son un buen comienzo para que los niños exterioricen sus sentimientos con el color.
- A través de un mandala coordinan sus habilidades motrices. Colorear es uno de los mejores ejercicios para que los niños pequeños coordinen su visión con sus manos.
- La concentración aumenta. Fuera de su tiempo de relajación, aprender a concentrarse les servirá para aprovechar sus clases al máximo y retener conceptos con mayor facilidad al estudiar.
- Cualquier niño puede hacerlo. A diferencia de otras actividades que requieren una edad mínima, los mandalas son disfrutados por chicos de todas las edades. Es imposible equivocarse con ellos.
Como estimular la creatividad de los niños con mandalas
Ya vimos que los mandalas son una idea asombrosa que encanta a niños de todas las edades. Aunque no lo creas, sus usos en casa o en la escuela son muy variados, a tal grado que es posible efectuar distintas actividades manuales que los involucren, ya sea tejiendo, pintando, bordando o decorando.
Enseguida te damos unas cuantas ideas para que aproveches en el tiempo libre de los pequeños.
Pintando mandalas
- Pintar en lienzos. Una manera divertida de pintar diseños geométricos, es colocar un lienzo en blando frente a los chicos para que lo hagan con acuarelas u óleos, jugando a obtener su propia obra de arte.
- Pintar en piedras. Una piedra aburrida se puede convertir en un objeto bello, dibujándole un mandala encima con pinturas acrílicas. Los niños podrán usarlas para decorar su habitación o detener su puerta.
- Pintar en madera. De la misma forma es posible decorar trozos planos de madera o tal vez algún objeto sencillo, como casas para pajaritos o letreros. Su creatividad es el límite.
- Pintar camisetas. ¿Qué mejor manera de disfrutar de la energía positiva de los mandalas que llevándolos puestos? Consigue camisetas blancas o reúne las más viejas de tus niños para reciclarlas con diseños coloridos.
Tejiendo mandalas
- Bordar mandalas. Para los chicos que ya sean mayorcitos, combinar el bordado ruso con los mandalas es una opción muy buena. Lo único que necesitan son hilos de colores, agujas, tela y un aro para bordar.
- Tejer con clavos e hilos. Esta técnica se llama hilorama y consiste en entretejer hilos de colores entre clavos fijos sobre una superficie. Un método distinto y muy fácil de seguir practicando mandalas.
- Hacer mandalas de crochet. Usar estambre y agujas para tejer diseños llenos de color es una alternativa más para desarrollar la concentración de los chicos. Eso sí, se necesita más paciencia que con otras actividades.
Coloreando mandalas
- Colorear mandalas en blanco y negro. La manera más sencilla y tradicional de entretenerse con un mandala, es buscando libros para colorear o imprimiendo diseños de Internet.
- Colorear mandalas digitales. Por otra parte, si cuentas con una tablet o smartphone, te gustará saber que hay libros digitales y aplicaciones en los que puedes hacer lo mismo. Los niños podrán entretenerse donde sea.
Decorando con mandalas
- Pegar o pintar mandalas en la pared. Si te gusta la decoración mística, anímate a crear tu propio mandala en un muro especial con ayuda de los niños. El resultado puede ser precioso y muy significativo.
- Poner mandalas en almohadas y cojines. A menos escala y con pinturas para usar en tela, podrían crear sus propios almohadones personalizados, y ponerlos en sus camas o sofás.
- Colgar tapices o cortinas con mandalas. Es otra opción si no quieres pintar tus paredes, ya que un tapiz siempre puedes reubicarlo donde quieras. Y decorarlo con los pequeños es igual de entretenido.
Como has podido darte cuenta, los mandalas de colores son un método de relajación y concentración ideal para los chiquillos, que además de aportarles múltiples beneficios, se pueden incorporar en un montón de pasatiempos didácticos. ¿Te animas a colorearlos?
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