Escuela de Padres Familia y Relaciones

Como ayudar a los niños a superar un divorcio

El divorcio es una situación con la que cada año miles de familias tienen que lidiar, especialmente los niños. Y es que, si de por sí es difícil aceptar que la relación romántica entre dos personas casadas se ha terminado, los más pequeños son quienes deben afrontar con el estrés y la inseguridad que este cambio les puede ocasionar. Toda separación es un proceso complicado para ellos, independientemente de su personalidad y carácter.

Saber como asimilar juntos esta circunstancia, es indispensable para que los niños y niñas salgan adelante de la manera más normal y pacífica posible. Ten en cuenta que los chicos que aprenden a afrontar un divorcio del modo adecuado, pueden desarrollar problemas emocionales con los que podrían cargar en la adolescencia y adultez. Por eso es tan importante que como padres, tu ex y tú se encuentren a su lado para ofrecer un apoyo incondicional.

Como dar la noticia

Quizá la parte más difícil para muchos padres, es tener que decir que se van a separar. A nadie le gusta tener que dar malas noticias a sus hijos, pero en este caso cuanto antes lo hagas, más pronto podrás darle la ayuda que necesita para salir adelante. Lo ideal ante todo, es que ambos padres se encuentren presentes en la conversación. Los siguientes detalles podrán serte de ayuda si no sabes como manejarte cuando des la noticia.

  • Hay que tener en cuenta la edad y el temperamento de los hijos. No puedes esperar la misma reacción de todos los niños. Quizá sea más sencillo hablar con un niño o una niña que ya posean cierto grado de madurez para comprender la vida en general. Aunque con los más pequeñitos tendrán que simplificar su lenguaje: «Mamá y papá ya no van a vivir juntos, para no seguir peleando. Pero eso no significa que ya no seamos una familia, los dos te queremos mucho y vamos a seguir cuidándote».
  • Explica porque sus padres no pueden continuar juntos. Como familia que son, piensa que le debes una explicación a tu hijo o hija sobre lo que está sucediendo, pero no hace falta hacerlo tan personal. Empieza por explicar que a veces, la manera que tienen dos personas de quererse cambia, que no siempre pueden estar de acuerdo y lo más saludable es poner distancia, pues no ganan nada con seguir discutiendo. Lo que definitivamente jamás cambiará, es el amor que existe entre padres e hijos.
  • No busques culpables. La culpabilidad es uno de los sentimientos más comunes en los niños que se encuentran en medio de un divorcio. Es muy importante que dejes en claro, que la separación es un asunto exclusivo entre tu pareja y tú, que ustedes lo resolverán como adultos que son y que tu niño o tu niña no ha hecho nada para provocar esta situación. Independientemente de lo que haya sucedido entre ambos, tampoco deberías echarle la culpa a tu ex; no olvides que ambos padres son importantes para un niño, ni hagas más doloroso el momento.
  • Contesta todas las preguntas que te hagan. Es normal que los niños quieran saber que ocurrirá durante la situación, donde y con quién vivirán, donde pasarán las fechas especiales, si tendrán que cambiarse de escuela y podrán seguir haciendo las actividades que les gustan… debes responder con honestidad y claridad, incluso si aún no sabes todas las respuestas. De ser así, no temas decirlo: «Tú mamá/papá aun tenemos que tomar ciertas decisiones, pero no te preocupes, porque haremos todo lo posible para que tú estés bien».

Mientras más comunicación se mantenga con los niños durante un divorcio, mejor. Lo más recomendable es brindarles toda la información posible, para que los cambios no los tomen desprevenidos y sepan como actuar ante ellos.

Qué reacción esperar de tu(s) hijo(s)

Como ya se mencionó antes, no todos los chicos reaccionan de la misma forma cuando saben que sus padres se van a divorciar. A algunos, la noticia puede provocarles tristeza, enojo o confusión. Otros tardarán en asimilar la noticia. Los hay incluso que comprenderán desde el primer momento, poniendo de su parte para no complicar las cosas.

No importa que clase de reacción presente tu hijo o hija, jamás debes invalidar sus sentimientos. No es fácil ver a un niño llorar o ponerse furioso ante una separación, pero es mejor que exprese sus sentimientos en el momento a que los reprima.

Si ves que se ha alterado demasiado al saber lo del divorcio, ármate de paciencia y hazle saber que estás ahí para escucharle: «Sé que esto es difícil para ti y está bien si te sientes de esa manera. Pero tienes que saber que los dos te amamos y siempre haremos lo que sea mejor para ti. ¿Podemos hacer algo para que te sientas mejor?».

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Hay niños que buscan actuar como si no ocurriera nada o reprimen lo que sienten, ya sea para no preocupar a sus padres o porque no saben como manejar las circunstancias. Esto es malo, puesto que puede derivar en un gran estrés para ellos. Si notas que tu hijo o tu hija va mal en los estudios, duerme o come mal, o ha dejado de juntarse con sus amigos, lo más probable es que sienta ansiedad por la separación.

Si necesitas buscar ayuda profesional de un psicólogo, no dudes en hacerlo. A veces es mejor, si no sabes como actuar.

Apoyando a los niños para asimilar la situación

Durante el divorcio, lo más importante es mantener las cosas bajo control para que todo se resuelva de la manera más positiva. Desgraciadamente estamos acostumbrados a ver las separaciones como un terrible y complicado problema, cuando no debería ser así. Dos personas pueden divorciarse en términos buenos o cordiales, evitando lastimar a sus hijos. Y será más fácil si llevas a cabo lo siguiente:

  • Habla honestamente con tu hijo o hija. Asegúrate de recordarle que no es culpable de la situación y también déjale en claro que no hay nada que pueda hacer para ustedes vuelvan a estar juntos, pues han tomado una decisión y no es para mal. Poco a poco, todos volverán a ser felices.
  • Expresa tu cariño con frecuencia. Ahora es cuando más necesita de tus palabras de comprensión, tus besos y tus abrazos, y todos esos pequeños detalles que evitarán que la inseguridad de apodere de su persona.
  • Trata de que exprese sus sentimientos con palabras. Es más fácil hablar de lo que sentimos, cuando sabemos que la otra parte nos escucha sin juzgarnos.
  • Procura dedicarle algo de tu tiempo. Para distraerle de lo que está ocurriendo, es ideal que compartan momentos positivos. Puedes llevarle al cine, jugar a su lado o visitar un lugar interesante, entre tantas otras cosas.
  • Mantén su rutina en la medida de lo posible. Tanto la disciplina como los momentos de ocio a los que se ha acostumbrado, no deberían verse alterados por el divorcio. La estructura es uno de los mejores recursos que tienes a tu alcance para reconfortarle.
  • Observa a tu hijo o hija con atención. Solo así podrás detectar cambios psicológicos o emocionales, que te indiquen si deben charlar o ver juntos a un psicólogo. Hay muchas señales en el colegio, en sus cambios de ánimo, su apetito, etc.
  • Maneja las tensiones con tu pareja discretamente. Si tienen problemas, eviten descargarlos frente a su hijo o hija. Pueden tratar sus asuntos en privado y con la madurez que requieren.
  • Habla con amigos y familiares. Ellos también pueden ser un gran apoyo para que los hijos se sientan mejor. Es importante que les pidas no intervenir en la separación; su única preocupación debería ser hacer sentir mejor a tu hijo o hija.
  • Cuida de tu salud física y mental. No te descuides ni trates de negar tus propios sentimientos. Alímentate sanamente, sal a caminar y queda con tus amigos, procura cultivar tu bienestar.

No todas las personas saben como hacer frente a su separación. Si tu divorcio te está ocasionando estrés, depresión u otros sentimientos negativos, busca apoyo profesional y en tus seres queridos. Lo primero que debes hacer para apoyar a tu hijo o hijo, es estar bien tú.

Lo que no deberías hacer delante de tu(s) hijo(s)

Por otra parte, durante un divorcio se pueden cometer errores que lejos de procurar el bien de los pequeños podrían causarles más dolor del necesario. Tal vez cometas algunos sin darte cuenta de lo que estás haciendo en realidad.

  • Nunca hables mal de tu ex frente a tu hijo o hija. Los niños no tienen la culpa de que sus padres estén en malos términos. Sin importar lo que haya sucedido entre tu ex y tú, o quien tenga la razón, no deberías expresarte mal de él o ella en su presencia, pues lo último que necesita es estar en medio de sus problemas.
  • Evita pelear o crear conflictos. Es horrible que los hijos vean a sus padres peleando, les provoca inseguridad y ansiedad. No olvides que ante todo son adultos, su deber es amar y proteger, y deben comportarse con la madurez necesaria si quieren brindarle a su hijo o su hija la seguridad que necesita.
  • No critiques los sentimientos de tu hijo o hija. Él o ella tiene todo el derecho a expresarse, incluso si ya ha pasado bastante tiempo como para que «termine de asimilarlo». Pero asimilar una separación no es algo que los niños hagan de un día a otro; a veces, se necesitan incluso años para que superen este cambio. Así que no debemos recriminarles su sentir.
  • Jamás compitas por el amor de un hijo. Ningún padre podría ganar tras una separación, porque lo cierto es que los hijos quieren a sus madres y padres por igual. Tratar de ganarte su afecto con sobornos o chantajes, es atentar contra su salud emocional. No lo hagas. Un chico no debería sentir la presión de decidir entre sus progenitores.
  • No hay que usar a los niños para espiar a los ex. Si te encuentras haciendo esto, detente, necesitas ayuda para superar el divorcio. Aceptar la situación es imprescindible para que seas feliz y puedas cuidar de tu familia como se merece. No sabes lo doloroso y lo injusto que es para un hijo sentirse como un peón entre sus padres, así que evita utilizar al tuyo de esta forma.
  • Tampoco les mientas. Los niños son muy intuitivos y pueden presentir cuando algo marcha mal entre sus padres. Lo último que quieres es perder su confianza durante y tras la separación, así que habla con honestidad. Te sorprendería lo mucho que los chicos están dispuestos a comprender en estas situaciones.
  • No extiendas el conflicto hacia la familia de tu ex. Comprende que sus abuelos, sus tíos y demás familiares, querrán estar al tanto de lo que pasa con tu hijo o tu hija en este momento tan difícil. La convivencia con ellos puede ser de ayuda para expresar sus sentimientos y encontrar momentos de distracción. Permíteles brindar su apoyo.

Después del divorcio

Luego de la etapa más difícil de una separación, viene la calma, el momento de demostrar que se puede seguir adelante. Para estas instancias, debes haber establecido una nueva rutina y demostrado que el divorcio no es tan malo como tu hijo o hija imaginaban. Sabe perfectamente cual es su tiempo con cada uno de ustedes y ha tenido oportunidad de distraerse, haciendo las actividades que le gustan y ocupándose de la escuela.

Recuerda que tu ex y tú siguen compartiendo muchas responsabilidades, y probablemente tengan que volver a verse las caras en ocasiones especiales. Todos los padres continúan formando parte de la vida de sus hijos mientras crecen, (o así es como debería ser), aun luego de divorciarse. Lo mejor que pueden hacer es tratar de ser amigos y si esto no es posible, al menos tratarse con cordialidad. Los pequeños lo agradecerán.

No olvides que aunque el divorcio marca el fin de un matrimonio, no debería suponer el final de una familia. Las parejas separadas mantienen un vínculo que es para siempre a través de sus hijos, no lo descuides.

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