El nacimiento de un nuevo miembro en la familia siempre es motivo de alegría para todos los miembros en general, sin embargo, puede volverse algo difícil de asimilar para los niños y niñas que serán hermanos mayores. Sobre todo si hasta entonces estaban acostumbrados a ser el centro de atención en casa.
La buena noticia es que existen maneras de prepararlos para cuando llegué un hermanito o hermanita. Si tú estás por afrontar esa situación, toma nota de nuestros consejos.
Preparándose para la llegada del bebé
Antes que nada es necesario señalar que no todos los niños y niñas reaccionan igual ante la noticia de un bebé. Algunos sin duda, serán los primeros en esperar con ilusión el nacimiento de esta valiosa personita. Pero cuando su reacción nace desde la inseguridad y el miedo a sentirse desplazados, es normal que muestren sentimientos como rabia o tristeza. La edad de cada uno y la relación que lleve con sus padres son otros factores que decididamente influirán en su manera de sentirse.
En el peor de los casos, la comunicación será tu mejor arma para evitar un drama familiar, así como las siguientes acciones.
- Hay que explicar todo lo que ocurrirá cuando llegue el bebé. Todos los niños sienten curiosidad ante el nacimiento de un hermanito, por lo cual es nuestro deber hablarles con honestidad. Esto implica hablar sobre los cuidados y la atención que necesitará el bebé, la manera en la que esperan que colabore y porqué hay algunas cosas que pueden cambiar tras el parto. Probablemente también tengas que dar explicaciones sobre el tiempo que pasarán en el hospital y como se sentirá mamá en los días posteriores.
- Procura hacer la menor cantidad de cambios posible. Durante los primeros años de infancia, hay procesos que pueden crear conflicto en los niños y que sería mejor que no coincidieran con la llegada de un bebé; como por ejemplo, dejar los pañales, entrar al colegio, aprender a dormir solos o dejar sus cunas. Es por esto que muchas parejas prefieren esperar a pasar por esta clase de etapas antes de procrear otro hijo. Una cuestión a considerar para quienes se están planteando agrandar la familia.
- Los más pequeñitos siempre quieren saberlo todo. Los padres de chicos menores de dos años tendrán que esforzarse un poco más para explicar la llegada de un bebé. Si este es tu caso, recuerda hablar de forma sencilla y natural. Puedes ayudarte de fotografías de tu hijo o hija al nacer, para explicar como llegará el hermanito, desde que está creciendo en la barriga hasta que sale de ahí. A medida que avance el embarazo, surgirán muchas preguntas y dudas que necesitarán una respuesta simple.
- Los niños mayores necesitan sentirse importantes. Por otra parte los niños con más edad no harán tantas preguntas, pero sí que pedirán explicaciones y hay que dárselas de forma franca. También es común que sientan curiosidad por los cambios del cuerpo materno durante el embarazo, haciendo cosas como sentir los movimientos del bebé en la barriga u observando las ecografías. Por lo demás, será un momento ideal para que se hagan a la idea de adoptar nuevas responsabilidades en la etapa que están a punto de comenzar.
- Toda la familia puede ayudar en los preparativos. Para disminuir la presión de los cambios en los niños, es bueno hacerles sentir que forman parte de este importante acontecimiento, en lugar de dejarlos al margen. Hay que pedir su opinión en todo lo referente a su hermanito o hermanita, (como se llamará, que ropa van a comprarle, de que color pintarán su dormitorio, etc.), además de aceptar que participe en actividades como decorar el cuarto del bebé, elegir su cuna, comprar sus pañales y demás.
Después del parto
- Busca el apoyo de otros adultos en la familia. La llegada del bebé les brindará a los hermanos mayores una excelente oportunidad para fortalecer sus vínculos con otros parientes, como sus abuelos, tíos o primos; ahora que sus padres estarán un poco más ocupados. Por supuesto, esto no significa sustituir su compañía con la de otras personas. La clave aquí es diversificar la atención y el cariño que reciben. Esto además, es muy beneficioso, pues les demostrará que siguen contando con el amor de y el apoyo de toda la gente importante para ellos.
- No dejes de pasar tiempo con tu hijo o hija mayor. Los momentos que puedas pasar con tu hijo o tu hija mayor, son valiosos y muy importantes en esta etapa. Siempre puedes apartar un instante para jugar, leer un cuento o ver juntos su programa favorito. Incluso si ellos no te lo piden, es indispensable que te esfuerces por conservar dichos instantes. Dejar de lado a los niños con la excusa de que ya son grandes o pretender que otro familiar se haga cargo de ellos, no son la solución cuando intentas integrar a tu familia.
- Hay que hacer que los hermanos mayores se involucren. La mejor manera de hacer que los niños formen vínculos con sus hermanitos, es haciéndolos tomar parte en su cuidado. Tareas sencillas como arrullarlos, llevarles algún juguete o darles de comer cuando puedan, son una excelente opción para evitar que se sientan reemplazados. Si son un poco mayores y cuentan con supervisión, no dejes de invitarlos a hacer cosas más complejas como prepararles un biberón o cambiarles el pañal. Créelo, se sentirán muy orgullosos.
- Impulsa los lazos entre hermanos. Desde el primer día, padres y madres deberían animar a sus hijos mayores a conocer a los recién nacidos, permitiendo que los toquen y hablen con ellos. Incluso pueden sostenerlos en brazos para comenzar a formar un vínculo. Cuando los primogénitos conviven con los más chiquitos y realmente se involucran en su cuidado, es habitual que dejen los celos a un lado para convertirse en sus protectores.
- Nunca olvides que los celos pueden ser normales. A pesar de todo lo anterior, es posible que algunos hermanos mayores sigan teniendo sus dudas al principio. Si notas que tu hijo o tu hija están experimentando esto, no desesperes, pues la solución es hablar. Nunca está de más recordarles que cada miembro de la familia es importante y todos comparten el mismo amor. Algún día, cuando los hermanitos crezcan, ellos comprenderán mejor lo importantes que son en sus vidas.
El tiempo y la paciencia son los mejores aliados para que todo niño se acostumbre a la presencia de un nuevo miembro en la familia. Tan solo recuerda nuestros consejos y te aseguramos que dentro de poco, tus hijos se volverán los mejores amigos.
Y tú, ¿ya has pasado por esta situación? Cuéntanos que hiciste. 🙂
!Excelente!