Categoría -Fábulas de Esopo

Las fábulas de Esopo son pequeñas narraciones, a menudo protagonizadas por animales, pero a veces también por humanos, dioses y objetos. estos, a su vez, tienden a equivocarse o hacer alguna maldad hasta que acaban por recibir su merecido. Todas se caracterizan por contar con una moraleja al final, en la que conocemos la manera en la que debieron actuar sus personajes para evitar su mala suerte. Es así como nos enseñan la importancia de ser listos y amables.

En esta sección podrás leer una recopilación con las mejores fábulas de Esopo; cuentos muy pequeños y divertidos, con los cuales los niños recibirán enseñanzas muy positivas. Algunos de los valores que pueden aprender después de leerlas, incluyen la honestidad, la valentía, la sensatez, el respeto y la solidaridad, por mencionar algunos.

Son perfectas en especial para entretener a niños pequeños y enseñarles a leer.

¡Esperamos que pases un muy buen rato leyendo nuestras fábulas de Esopo!

Fábulas de Esopo

El aprendiz, la zorra y el lobo

Una zorra quería que su pequeño hijo se convirtiera en el mejor cazador del bosque, así que fue a buscar a un viejo lobo, para preguntarle si él podía enseñarle a cazar. El lobo, viendo lo ilusionada que ella estaba, aceptó tomar al zorrito como su discípulo y le dijo que lo enviara a su cueva. Una vez que el animalillo y él estuvieron juntos, el lobo lo llevó hasta unos corrales de ovejas, para ver si podían robar alguna. Por desgracia, había...

Fábulas de Esopo

Hermes y el escultor

En el Olimpo, existían numerosos dioses que estaba dedicados a diferentes artes, virtudes y elementos. Estaba Zeus, que era el padre de todas las deidades y el jefe supremo de aquel paraíso, su esposa Hera, que velaba por las madres. Estaba Afrodita, que era considerada la diosa de la belleza y el amor, Hades, quien cuidaba el Inframundo y Poseidón, que gobernaba sobre los mares. Entre todos ellos, había un dios que se encargaba de llevar sus...

Fábulas de Esopo

El perro, el gallo y la zorra

Había una vez un gallo viejo, al que su amo ya no necesitaba en la granja, pues se había conseguido a uno más joven. Pero él todavía podía cantar con el alba y no sabía que hacer. Fue entonces que se le acercó un perro, a quien tampoco necesitaban para cazar. Su olfato seguía siendo excelente, sin embargo ya no corría tan rápido como antes. —Ven conmigo y vámonos juntos de viaje —le dijo el perro—, tú me despertarás temprano por las mañanas y yo...

Fábulas de Esopo

La gaviota, el espino y el murciélago

Hubo una vez una gaviota, un espino y un murciélago que eran muy buenos amigos. Tanto así que todas las tardes se reunían los tres para platicar y se la pasaban muy bien. Un día, tuvieron la ocurrencia de poner un negocio juntos, pues si algo tenían en común era que les encantaba el comercio. Algunos animales se sentían fastidiados por la simple idea de vender algo, pero no ellos: decidieron que les iba a ir muy bien con su negocio y que iban a...

Fábulas de Esopo

El lobo, la nana y el niño

Había una vez una cabaña en medio del bosque, en el que habitaba un bebé muy chillón y regordete. Todos los días acudía una nana a cuidar de él y lo mecía con palabras muy dulces para que se quedara dormido. Le cambiaba los pañales y lo alimentaba con el mayor de los cariños. Sin embargo, como el niño lloraba demasiado a menudo y tenía muy mal sueño, lo que más le costaba era llevarlo a la cama. —Ya mi niño, no llores más —le decía...

Fábulas de Esopo

El lobo y el cordero en el arroyo

Una vez, un lobo decidió bajar hasta un río para distraerse un poco del hambre que tenía. Hacía días que no conseguía cazar nada decente, pues por desgracia, sus presas eran más astutas que antes. Ya ninguna se quedaba sola ni se acercaba a él, convencida de que les haría daño. ¡Y eso como lo hacía rabiar! —Tengo tanta hambre que sería capaz de comerme a un jabalí completo —murmuraba, de camino al arroyo. Ahí no encontró a ningún jabalí, sino a...

Fábulas de Esopo

Los monos bailarines

Había una vez un príncipe que se sentía muy aburrido en su palacio, a pesar de que su padre, el rey, se esforzaba por concederle todos sus caprichos. Cualquier juguete que su hijo quería, lo tenía al instante, y si deseaba adoptar mascotas como perros, gatos o conejos, se los daban por montones. Pero estaba tan malcriado que pronto se olvidaba de todos ellos y ya estaba exigiendo algo más. Cierto día, se le metió en la cabeza que sería divertido...

Fábulas de Esopo

El ciervo enfermo y sus visitantes

En lo más espeso del bosque vivía un ciervo que siempre era muy sociable con todos, a tal grado que muy a menudo salía de su casa para pasear un conversar con los otros animales. No sabía estar solo y su mayor temor, era quedarse sin amigos. Por eso procuraba mostrarse amable con todo el mundo. Algunos animales lo querían sinceramente. Pero otros, solo esperaban el momento de aprovecharse de su carácter noble y gentil. Cierto el día, el ciervo...

Fábulas de Esopo

El asno y su comprador

En una granja muy próspera vivía un labrador que era muy diligente con todos sus animales. Desde pequeño estaba acostumbrado a trabajar mucho y no le gustaba perder el tiempo. Al ver que cada vez le costaba más trabajo arar la tierra, decidió comprarse un buen asno que le ayudara en sus labores del día. Con este pensamiento en mente, se dirigió al mercado del pueblo más cercano, donde seguramente podría conseguir alguno que le sirviera...

Fábulas de Esopo

El canoso y sus pretendientes

Erase una vez un hombre muy rico que había decidido casarse. Sabía muy bien que encontrar una buena esposa no iba a ser problemas, pues además de ser el sujeto más adinerado de la región; con una hermosa mansión, múltiples propiedades, y decenas de coches y caballos a su servicio, era también muy atractivo. Su mayor orgullo era su abundante cabello, que a pesar de estarse cubriendo de canas, lo seguía haciendo muy guapo a los ojos de las mujeres...

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