Una de las cosas que más disfrutamos de la Navidad sin lugar a dudas, es comenzar a adornar nuestras puertas y casas con todo tipo de decoraciones de la época. Desde luces de colores hasta figuras de Papá Noel, los más emocionados a la hora de pensar en la decoración son los niños. Y es que además de ser estupendo si deseamos darle un toque hogareño al hogar, decorar con los más pequeños es un pasatiempo estupendo para disfrutar juntos en familia, o incluso entre compañeros de clases.
Claro que los pequeñitos también pueden ser muy curiosos y hacerte ciertas preguntas. ¿Por qué decoramos cada año con las mismas cosas? ¿Qué significan los adornos que ponemos en el árbol? ¿Por qué ponemos coronas en las puertas? Entérate de todo esto y más a continuación, para que no te quedes sin respuesta.
Índice
Las esferas navideñas
Cuando sacamos el árbol navideño, lo primero es colgar de sus ramas un montón de esferas decoradas con distintos colores o figuras. Cada una de ellas representa los frutos de la abundancia; de acuerdo con una vieja leyenda de Navidad.
La historia dice que hace mucho tiempo, vivía una familia muy pobre pero generosa. El 24 de diciembre le ofrecieron refugio a un pequeño que andaba descalzo entre la nieve. Ese chiquitín resultó ser el niño Jesús, quien como recompensa por su bondad, hizo crecer fuera de su casa, del que colgaban manzanas de oro y plata.
Es por eso que ponerle esferas o bolas al árbol, representa la gratitud que sentimos por las cosas que tenemos, y la esperanza de que nunca nos falte nada.
Las velas o luces de Navidad
Aunque hoy en día no es demasiado común encender velas, hubo una época en que estas se usaban para decorar el árbol de Navidad. Actualmente suelen prenderse de manera individual para orar o bendecir la mesa; aunque solo por un momento.
Cada vela está relacionada con el elemento de la luz, pues de acuerdo con la tradición, la Virgen María iluminó al mundo entero al dar a luz a su hijo Jesús. Prender veladoras es una forma muy bella de conmemorar su nacimiento, y también de agradecer por el cariño, la prosperidad y las cosas buenas que hemos vivido a lo largo del año.
Del mismo modo, las típicas luces de Navidad nos recuerdan que esta es una época feliz para estar agradecidos.
Los ángeles
Se cuenta que cuando la Virgen María se quedó embarazada, fue un ángel el que le aviso que iba a dar a luz al Hijo de Dios, y también quien los cuido a ella y a su familia en el portal de Belén. Hoy, no faltan los pesebres en los que se coloque un angelito de pie sobre el techo.
Los ángeles son seres benévolos, que representan la paz y el amor de estas fechas.
Las estrellas
Habrás notado que desde siempre ha sido costumbre colocar una estrella en la punta del árbol. Esto es una referencia a la mítica estrella de Belén, que guió a los Reyes Magos de Oriente hasta el pesebre del Niño Jesús para adorarlo. La historia cuenta que llevaban mucho tiempo vagando en el desierto, en busca del Hijo de Dios. Se habían enterado de su nacimiento por medio de una profecía, que les indicó que él iba a ser el gran Mesías.
Gracias a la brillante estrella que apareció en el cielo para guiarlos, fueron capaces de encontrarlo para ofrecerle sus regalos: oro, incienso y mirra. Es por este motivo que hay una estrella que siempre corona el árbol, y también se pueden colocar más en otros lugares diferentes.
El muérdago
Esta curiosa plantita con bayas rojas es más común en países como Estados Unidos e Inglaterra, aunque en los últimos años, su uso se ha extendido en algunos lugares de España, México y otros países que hablan español. Su uso se remonta a la civilización de los druidas, hace muchos milenios. Ellos la consideraban una hierba benévola, que podía curar varias enfermedades, siempre y cuando se consumiera solo en cantidades pequeñas. Más adelante, fueron los celtas quienes la adoptaron para proteger a su gente contra las energías negativas y ayudar a las mujeres que querían tener hijos.
Hoy en día, se cree que colgar un poco de muérdago bajo las puertas le trae buena suerte y mucho amor a la familia. Además, la costumbre dicta que cuando dos personas pasan debajo de él al mismo tiempo, tienen que besarse. Especialmente las parejas.
Las campanas
Otro símbolo que es muy usado durante las fiestas navideñas, es el de las campanas. Estas pueden colocarse tanto en el árbol como en el pesebre, e incluso en otros rincones de la casa. Su sonido musical y alegre representa la emoción de recibir al Niño Jesús en la Nochebuena.
Como dato curioso, en la antigüedad la campana se colgaba en el exterior de las casas, pues se pensaba que su repiqueteo alejaba a los malos espíritus y protegía a las familias. Con el paso del tiempo, la tradición cristiana le ha conferido un significado mucho más positivo y es tradición que sea tocada en las Iglesias la noche del 24 de diciembre y también en Navidad.
La corona de Navidad
Elaboradas con ramas secas y decoradas con flores, hojas, piñas, esferas y cuanto adorno pueda hacer alusión a la época navideña. Las coronas tienen la forma de un círculo para colgarse en las puertas de las casas, y comenzaron a utilizarse por primera vez en Alemania. También se pueden poner en el centro del comedor o de una mesa de la sala de estar.
La forma circular que tienen representa el infinito y es un símbolo que nos habla sobre la vida eterna. El follaje con el que son decoradas, por otra parte, simboliza la abundancia y la prosperidad.
Es asombroso ver como hasta el adorno más pequeño de Navidad puede ocultar un profundo significado. Explicarle estos datos a los niños es algo increíble, ya que así podrán darse cuenta de lo especial que es esta época.
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